viernes, 18 de febrero de 2011

EL ARTE DE LOS POBRES

EL ARTE DE LOS POBRES
Es necesario que el arte te toque para poder crear, es aburrido estudiarlo, es pesado alagarse a si mismo y maravilloso ser sencillo para poder compartirlo con los demás.
El arte de los pobres creativos, conducidos a un abismo cultural dónde tener cabida en una socidad tan comercial hace que a escondidas , detrás , sin quererlo hagamos arte .Es complicado encontrarlo o demasiado sencillo depende donde estes mirando.



                 LA CENSURA DE UN GESTO

Las palabras se las lleva el viento y sólo con un gesto soy capaz de transmitir un universo.

Eran pequeños instantes,todo se quedó en el aire y la nostalgia me dejó perpleja.Esperaba tanto ese encuentro que me quedé sin palabras.
Te miré y te ví más mayor, distinto y fué para mí que de un latigazo,la visión de tí se comprimio en un recuerdo de años atrás.
Esperaba que todo fuera como antes y con  un sólo gesto y en silencio me alejé sintiendo gran nostalgia.
Miré hacía atrás cómo era yo,quizás las ganas del amor imaginando una visión de recuerdo, casi decrépito ,me molesto queriendo engañarme,  hoy que todo qudo en un gesto de una noche de invierno.

LA HISTORIA

LA DISPUTA DE UN CARTÓN
Poseer un cartón es alcanzar un estatus social, y poseer un lugar en el mundo, en el mundo de la ruina.
Por eso, se toma muy en serio el cuidado y mantenimiento del cartón; todo transcurre con normalidad hasta que surge un conflicto,  que supone un problema ya que el cartón empieza a resquebrajarse.
Al personaje no le queda más remedio que mirar al mundo exterior a través de un zapato roto, es importante encontrar a alguien que le ayude y al mirar por el agujero roto de su zapato, sólo ve a alguien que pasa deprisa, dejando tirar a su paso un cigarro apagado (no le gusta nada, huele fatal, huele a colilla apagada).
Vuelve a insistir y sigue mirando y tiene tantas ganas de encontrar a alguien que vislumbra algo desde el horizonte del agujero, que cree que es una persona, pero no, no, es un cacho de limón aplastado. ¡Que horror!, todo le confunde en el mundo exterior, nada es lo que parece.
Así que después de tanto despiste, decide hacer una paradita y ponerse a almorzar, con su grano de café y su currusquín de pan.
Cuando está en su mejor momento del almuerzo  aparece una chica y le echa un par de moneditas, no se sabe si porque se compadece de su situación o porque le sobra el dinero. Ella utiliza un perfume que le recuerda a la colonia de bebes, qué agradable sensación. Pero… ¡espera, espera!, ¿ cómo explicarle a esta chica que está buscando ayuda y no dinero?, pero, ¡espera, espera!, ya se ha ido, parece que todo el mundo aquí tiene prisa.
El personaje desilusionado espera tranquilo en su cartón, imcomprendido por el mundo que  rodea a su zapato; ya la luz de la tarde está callendo y empieza a tener frio, se tapa con su mantita de cuadros, no ve muy bien algunas luces y sonidos , pero, espera, alguien pasa todavía hay tiempo, alguien pasa…¡que bien! , pero… ¡eh eh!, ¿no me has visto? estoy aquí… y sólo oigo risas, risas burlándose de mi.

REFLEXION

Un gesto sencillo vale más que mil palabras, un mal gesto vale una reflexión a la que dedico este trabajo. A esos personajes del cartón que nos encontramos arropados por muchos gestos y muchos de ellos de muy mal gusto, quizás son nuestros prejuicios envueltos de un mal perfume de ironía satirica y que nos cierra el ventanal a lo desconocido.
Hoy aquí el gran dueño de mi reino, aquí en mi cartón, que nadie me lo quite, aquí feliz me encuentro, ya que es mio, mio solo mio y sólo miro al mundo a través de mi zapato viejo y curtido con un gran agujero por el que  suelo mirar el mundo, a ver que veo.
        

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